No hay duda de que un huevo frito es uno de los platos más sencillos y exquisitos que existe. A veces infravalorado, es un alimento nutritivo y riquísimo que también requiere de ciertas pautas para quedar perfecto y, por tanto, más bueno al paladar.
De hecho, hacer el huevo frito perfecto, con puntilla, una clara cuajada y una yema cremosa, no es tan fácil como parece. Pero el porqué los huevos fritos son mejores con aceite de oliva virgen extra se debe a varias razones:
1.El aceite de oliva es el único que permite alcanzar una temperatura de 180 grados, las necesaria para freír el huevo y que aparezca la puntilla.
2.El aceite de oliva (que no tiene por qué ser virgen o virgen extra) no impregna los alimentos tanto como otros aceites, pero les transmite sus propiedades beneficiosas y su sabor, mucho más intenso -no cabe duda- que el de otros aceites vegetales.
3.El aceite de oliva puede usarse muchas más veces sin perder sus propiedades. De hecho, hay variedades como la picual, que es uno de las más estables y puede aprovecharse para más frituras. Eso sí: es importante no alcanzar nunca el punto de humo.
Y dicho esto ¿cómo podemos conseguir el huevo frito en AOVE perfecto?
Vamos allá:
La cantidad de aceite
Es casi tan importante como la categoría de aceite de oliva. Para que el huevo quede perfecto, tiene que haber aceite suficiente para cubrir toda la clara. Es decir, la mitad de la altura del huevo y, por supuesto, toda la sartén.
La temperatura del aceite
Calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Es importante que no se caliente demasiado rápido para evitar que se queme, lo cual echaría a perder el delicioso sabor del huevo.
Un huevo cocinado por completo
Para que el huevo frito no quede crudo por algunas partes, cocineros como Karlos Arguiñano recomiendan empujar el aceite caliente por encima del huevo usando la misma espumadera. Así la yema quedará cocinada por fuera y cremosa por dentro y la clara se cocinará por todas las zonas por igual.
¡Y ahora, a disfrutarlo!😉